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Cristiano, ¿vas desarmado?

El Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. ¡La fuente de la sabiduría, la Palabra del Padre en las alturas! Esta Palabra, por tu mediación, Virgen santa, se hará carne, de manera que el mismo que afirma: Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí podrá afirmar igualmente: Yo […]

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El nacionalismo mata la Fe

Ante la ausencia, en muchas ocasiones, de visiones sobre la realidad que nos rodea basadas en la fe y en la moral católicas, y ante el peligro siempre constante de que nuestra ignorancia en estos temas se nos vuelva atrevida, quiero ilustrar con los textos de nuestra verdadera Fe el porqué del título escogido para […]

DiosInvita

El amor hace suave el camino

Parece duro y grave este precepto del Señor de negarse a sí mismo para seguirle. Pero no es ni duro ni grave lo que manda aquel que ayuda a realizar lo que ordena. Es verdad, en efecto, lo que se dice en el salmo: Según tus mandatos, yo me he mantenido en la senda penosa. […]

ChristPatient

Esperanza es esperar

Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del […]

El gran desconocido

Sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él. (Jn 14, 21). Con estas palabras de Jesús, la […]

El Buen Pastor nos conoce

Ningún otro puede salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos. (Hch 4, 12). El testimonio del apóstol Pedro en el libro de los Hechos de los Apóstoles es impresionante (lectura recomendada). Un pobre pescador se erige en un nuevo líder capaz de plantarse ante el Sanedrín, de ser […]

Huyamos de este mundo

Por ello os alegráis, aunque ahora sea preciso padecer un poco en pruebas diversas; así la autenticidad de vuestra fe, más preciosa que el oro, que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego, merecerá premio, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; sin haberlo visto lo amáis y, sin contemplarlo todavía, creéis en él […]