Por una cuestión de revisión médica en Barcelona, nos ha visitado recientemente el Padre Atef, antiguo vicario de la parroquia, con quien nos unen unos fuertes lazos de amistad; el domingo pasado pudo participar en la Misa de acción de gracias por las bodas de plata de profesión religiosa de la Hna. Susana. Pero unos días antes de su llegada, recibimos esta carta que, por su interés, os transcribo.
Reverendísimo Padre Joaquim Mesegues, párroco de San Pedro de Rubí. Queridos hermanos y hermanas en la fe, en nuestros corazones sentimos vuestra presencia entre nosotros; somos una pequeña familia en Egipto, pero nos sentimos grandes por vuestras oraciones, compañía y ayuda.
Queridos hermanos, nosotros vivimos por la Providencia de Dios y creemos que Dios es grande, que no nos olvida y, gracias a vosotros la Providencia de Dios llenó nuestra necesidad. Os cuento cómo.
Un día nos robaron las cosas de la casa, donde duermen ciento veinte niños y niñas, y nos quedamos ocho días sin camas, ni ventanas ni puertas… sin nada. Y el día que más enfermos estaban los niños, nos llamó Mosén Jesús Cañas para ofrecernos vuestra ayuda, y llegó.
Compramos cuarenta camas, sábanas y almohadas; ahora dormimos cada dos o tres en una cama, pero sentimos que la Providencia de Dios, mediante vuestra ayuda no nos olvida.
Como los padres se preocupan por los hijos, vosotros, querido Padre Joaquim y queridos hermanos y hermanas en la fe, os habéis preocupado por los niños de Egipto.
No tengo más que decir que las palabras de Santa Teresita del Niño Jesús, el Amor sobra y vuestro amor nos llenó nuestros corazones y nos llenó la casa de muebles.
Nosotros os damos las gracias, y para ello hemos hecho adoración al Santísimo, para enviaros nuestra gratitud. Nuestra unidad en el amor al Señor.
Gracias a todos, esperamos un día que vengáis a visitarnos y nos acompañen siempre vuestras oraciones.
Unidos en la Santa Eucaristía y en el corazón de la Virgen María.
P. Atef