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Hoy conmemoramos la entrada gloriosa y triunfante de Jesús en Jerusalén, proclamado como el Mesías y luego celebramos la Misa de la Pasión. Tal vez pensamos que la Muerte y la Resurrección son cosas del Pasado. Os comparto una actualización que hice hace años del cuarto cántico del Siervo (Is. 52,13-53,12), que nos puede ayudar a descubrir que la Pasión, Muerte y Resurrección son muy actuales.

Manuel saldrá adelante, terminará sus estudios, encontrará trabajo y formará una familia, será feliz y vivirá honorablemente. Todos se horrorizaban al verlo, era conflictivo, se peleaba con todos, siempre estaba expulsado del instituto. Él nos mostrará que hay que creer en las personas, en su capacidad de redención. Nadie se sabrá explicar ni entenderán cómo ha pasado todo esto. ¿Quién puede creer el cambio que ha hecho Manuel? ¿Qué y quién ha producido en Manuel esta transformación?

Manuel ha crecido en un ambiente inhóspito, con padres separados, viviendo en casa de la abuela con los padres peleados y lejos de él. La abuela, pobre mujer, apenas conseguía que hiciera las comidas en casa. Pasaba las horas muertas en la calle, vivía entre bandas, en la escuela era incapaz de estudiar, molestaba en las clases, molestaba a los compañeros, mal visto por los profesores, marginado por los compañeros, nadie creía en él, todos lo consideraban un caso perdido por el cual no valía la pena hacer ningún esfuerzo. De hecho, él llevaba nuestras enfermedades, todos los pecados de nuestra sociedad: el individualismo, el afán de consumir y poseer, la violencia… Él sufría la separación de los padres, la falta de afecto, la falta de referentes… Todos lo consideraban indigno de ser humano, pero él era la víctima de nuestra sociedad y de su entorno. Cuando lo expulsaban del instituto lo aceptaba y punto. No protestaba, pero caía más en la marginalidad. Entre todos lo hemos condenado.

¿Quién se preocupa por él? Él que en condiciones normales habría sido un buen chico, la vida lo ha maldecido y ha acabado marginado. Pero alguien ha creído en él, y le ha ofrecido una segunda oportunidad, le ha dado estima, referentes, valores, formación y un trabajo. Y él se ha dejado amar y guiar, ha transformado su vida, se ha hecho protagonista en positivo. Él nos muestra el camino que hay que seguir con muchas personas en situación similar a la suya. ¡Buena y actual Semana Santa!