Hacia finales de mayo, el Sr. Obispo me propuso venir a Rubí para servir como rector de las parroquias de la ciudad. Aunque había venido varias veces, no conocía la realidad de la población; ahora recién llegado estoy tomando contacto y relacionándome con los fieles de las comunidades cristianas. Os agradezco de corazón este gesto de muchos de vosotros de acercaros durante el proceso de cambio de Sant Quirze del Vallès -lugar de donde venía- a Rubí.

Hace veinticinco años que soy sacerdote y antes de venir había servido a la Iglesia como vicario en Vilassar de Dalt, Capellades (durante el periodo de capellán me encargaba también de la Torre de Claramunt como administrador parroquial), Corpus Christi de Barcelona (donde fui vicario de Mn. Jaime Medina, antiguo rector de nuestra parroquia y que muchos de vosotros conocisteis) i Cerdanyola; depués he sido rector de Sant Quirze durante 15 años. También hice dos estancias de tres meses cada una en Roma, para poder consultar bibliotecas y poder terminar la tesis doctoral. En todos estos años he procurado conjugar lo más armónicamente posible dos aspectos de mi vocación que considero muy importantes: la vida pastoral -que nos hace partícipes del misterio de Cristo buen Pastor- i la dedicación intelectual – que nos ayuda a profundizar en el conocimiento de Dios, aunque nunca podremos abastarlo, y en su amor-.

Me animaron mucho a acceder a la petición del Sr. Obispo, la figura y el ejemplo del Dr. Guardiet, cuya beatificación tendremos la alegría de celebrar en Tarragona, su caridad pastoral, su celo por el Reino de Dios y su profundo interés por que ese Reino no hiciera presente en el tejido social de las poblaciones que tuvieron la suerte de disfrutar de su acción pastoral y de su ejemplo; entre las que está Rubí, la más privilegiada de todas y que pronto verá como el mejor rector que ha tenido subirá a los altares. Realmente me impresiona que uno de mis antecesores haya sido un hombre verdaderamente santo y mártir de la fe. El Dr. Guardiet ha puesto el listón muy alto pero desde el cielo ruega por nosotros, nos ayuda y protege a la Parroquia que un dia le fue encomendada. Pido a Dios que la persona del Dr. Josep Guardiet, su enseñanza y todo su trabajo sean para mi la estrella que guie mi tarea pastoral en Rubí para vuestro servicio en el crecimiento de la fe, la esperanza y el amor.

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