Este sábado hemos celebrado la fiesta de la Virgen del Pilar, patrona de Aragón y de las naciones hispanoamericanas. La devoción a la Virgen, bajo la advocación del Pilar, ocupa un lugar destacado en la historia y la cultura de España y de Hispanoamérica. Su leyenda se origina en la aparición al apóstol Santiago, quien, según la tradición, recibió la visita de la Virgen en carne mortal en Zaragoza mientras predicaba. Este acontecimiento, ocurrido en los primeros años del cristianismo, simboliza el inicio de la fe en la Península Ibérica y su posterior expansión a través del continente americano.
Cada 12 de octubre, la festividad del Pilar coincide con el Día de la Hispanidad, ya que en esta fecha, Cristóbal Colón y los navegantes castellanos llegaron a la isla de Guanahaní –rebautizada como San Salvador–, en las Bahamas, la primera tierra americana descubierta. Es un día para celebrar la diversidad cultural y la historia compartida entre España y las naciones hispanoamericanas. Este día se convierte en una oportunidad para rendir homenaje a la Virgen, así como para reconocer la influencia que la cultura española ha tenido en el desarrollo de las identidades nacionales al otro lado del Atlántico. Las procesiones y las ofrendas florales que se realizan en honor a la Virgen son una manifestación de la profunda devoción que muchos sienten hacia ella, convirtiendo la festividad en un momento de conexión y celebración de la fe cristiana compartida y difundida por todo el mundo, difusión en la que España y las naciones hispanoamericanas han tenido un gran protagonismo.
Para los países hispanoamericanos, la Virgen del Pilar representa una figura de protección y esperanza. Su imagen se ha integrado en las tradiciones locales, y numerosas iglesias se han erigido en su honor. Esta veneración ayuda a mantener vivo el sentimiento de unidad entre las naciones que comparten un pasado común, a pesar de sus singularidades culturales. Su influencia trasciende las fronteras geográficas y nos recuerda que las raíces históricas y religiosas nos unen en una red de tradiciones y creencias. La Virgen del Pilar es un símbolo potente de la identidad hispanoamericana y de su conexión con España. Su devoción nos invita a reflexionar sobre la rica herencia compartida y a celebrar los lazos que nos unen, destacando la importancia de esta figura en nuestra historia colectiva.