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En el resto de España, el movimiento recibe el nombre de Vida ascendente

Al poner en marcha la catequesis en todos los niveles: niños, adolescentes, jóvenes y adultos, no podemos olvidar una
herramienta excelente para ayudar a avanzar en la fe a las personas mayores: el movimiento Vida creixent. La pastoral y el trabajo evangelizador, sacramental y formativo de la parroquia alcanza a todos y se dirige a todas las edades.

Hasta el año 2020, cuando se declaró la pandemia del Coronavirus, había en la parroquia de Sant Pere tres grupos de Vida creixent que reunían a una treintena de personas. Dado que la mayor parte de ellas no estaban puestas en las nuevas tecnologías, no fue posible organizar reuniones en línea tal como hicimos con otras actividades parroquiales; por otra parte, las personas que lideraban estos grupos eran muy ancianas y con un estado de salud muy delicado, con lo cual les ha sido imposible volver a asumir este liderazgo, por lo que no hemos tenido aún la oportunidad de reemprender las reuniones; además, cuando lo queríamos hacer, aparecía una nueva normativa que limitaban el número máximo de participantes en una reunión. Hace aproximadamente un año, Mons. José Ángel Sáiz, entonces obispo de Terrasa, tuvo a bien nombrarme consiliario diocesano de Vida creixent, lo cual me ha permitido trabajar coordinadamente con responsables de grupos de otras parroquias de nuestra diócesis.

Ahora se nos presenta el reto de volver a organizar y ampliar los grupos que había en Rubí y, sobre todo, reemprender las reuniones mensuales. Las personas mayores tienen también un papel importante en nuestra comunidad y no podemos olvidarlas. Necesitamos que las personas que antes participaban y puedan sigan haciéndolo y que se incorporen nuevos participantes; también precisamos de personas que puedan guiar las reuniones mensuales, lo cual no es una tarea difícil. Por todo ello invitamos a las personas mayores de la parroquia a que se integren en Vida creixent y que aquellos que puedan guiar algún grupo se ofrezcan a hacerlo, basta con que nos lo digáis. Ciertamente Dios os lo recompensará. Encomendemos a los patrones de Vida creixent, los santos ancianos Simeón y Ana la acción pastoral de la parroquia en favor de las personas mayores, a quienes se dedicarán a este campo y a quienes participarán en él. Paz y bien a todos en este curso que iniciamos.