La Voluntad de Dios nunca te llevará:
donde la gracia de Dios no te pueda sostener,
donde los brazos de Dios no te puedan cargar,
donde las riquezas de Dios no puedan satisfacer tus necesidades,
donde el poder de Dios no pueda proveerte.
La Voluntad de Dios nunca te llevará:
donde el Espíritu de Dios no pueda trabajar en ti,
donde la sabiduría de Dios no te pueda enseñar,
donde el ejército de Dios no pueda protegerte,
donde las manos de Dios no puedan moldearte.
La Voluntad de Dios nunca te llevará:
donde el corazón de Dios no pueda envolverte,
donde la misericordia de Dios no pueda sostenerte,
donde la paz de Dios no pueda calmar tus miedos,
donde la autoridad de Dios no pueda regirte.
La Voluntad de Dios nunca te llevará:
donde el consuelo de Dios no pueda secar tus lágrimas,
donde la Palabra de Dios no pueda alimentarte,
donde los milagros de Dios no se hagan para ti,
donde la omnipresencia de dios no pueda encontrarte.
La Voluntad de Dios nunca te llevará:
donde el amor de Dios no ponga a alguien para ayudarte a salir adelante,
donde el perdón de Dios no pueda arrancar de ti unas lágrimas de arrepentimiento,
donde la dulzura de Dios no puedas saborearla,
donde la amistad de Dios no la puedas descubrir.
La Voluntad de Dios, lo único que quiere -aunque a veces no entendamos su manera de actuar y sus caminos- es nuestra salvación. ¿Lo entiendes ahora? ¿No? Pues no hace falta, tú procura hacer su voluntad, con eso basta.